En el occidente, la destrucción histórica de la minería dio paso a las tumbas para carbón y siembra de aguacates. Pensábamos que la Mercedes estaba cerrada, pero camiones colectan “muestras” de ¡nueve mil toneladas! Nadie sabe para qué.
El Bahoruco oriental, con mucho menos territorio que el occidental, está desapareciendo a razón de más de veinte mil toneladas por embarque gracias a la segunda concesión a la Belfond Enterprise en el 2015.
A los directivos de Belfond Enterprise lo único que les interesa son los 500 millones de toneladas de Carbonato de Calcio con un 98% de pureza que existen en las montañas de Las Filipinas, sin importarles que se sequen los ríos, desaparezcan las comunidades y se destruya toda la Sierra del Bahoruco.
La intelectual y activista ambiental argumenta a favor de una política climática transgresora que pueda abrir camino para una sociedad justa y próspera: “No podemos volver a la normalidad; debemos cambiarla”
Llaman al Gobierno central y a organismos internacionales a intervenir, ya que, aseguran, existe complicidad entre las empresas y el Ministerio de Medio Ambiente y el Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA).
Nadie va a conocer jamás las montañas de desechos enterrados o arrojados a ríos, lagos, mares y océanos en violación de la ley o con el consentimiento de las autoridades locales y nacionales.
El Nuevo Diario, República Dominicana
El Bahoruco Oriental alberga 26 de las 31 aves endémicas de la isla, cuenta con un sistema de bosques de manaclas, considerado el más extenso y exuberante del país.
Quisiera que la situación en nuestra isla fuera más halagüeña, pero no. Desde junio pasado lo dijimos y el cambio (no el climático, sino del PRM) solo la ha empeorado.
Se estima que más de cinco billones de residuos de plástico ya han terminado en el mar. Un enorme vertedero de residuos sin control que pone en riesgo nuestro agua, nuestras especies y también nuestra salud.
La pandemia termina con la vacuna; la escasez del agua y la destrucción de la naturaleza demanda una solución compleja y urgente a largo plazo, cuyo antídoto es una gestión eficiente con sentido humano.
Los microplásticos, esas pequeñas partículas que se desprenden de los numerosísimos artículos de plástico que utiliza la humanidad en el siglo XXI, incluida la ropa de poliéster, o que son los restos de la descomposición de estos a lo largo de los años, ya no solo están presentes en la tierra y en el mar sino que también lo están en el aire que respiramos y forman parte de la circulación atmosférica global.
Tan pequeños son (0.01 mm) que pueden transportarse con facilidad por nuestro torrente sanguíneo. No tenemos idea de qué puede implicar esto en términos de salud, pero podemos imaginarnos que bueno no será.
Diario Libre, República Dominicana
Retira el proyecto de Ley en virtud de las oposiciones vertidas tanto por el Ministerio de Medio Ambiente, así como por varios sectores de la sociedad, por lo cuál no tiene razón de seguir manteniendo la pieza.
Piden detener la explotación minera de roca caliza en las Loma de las Filipinas y su exportación a granel por el puerto de Barahona.
Cambiar los límites de un área protegida no es asunto baladí. Requiere un procedimiento legal, constitucional y técnico complejo que debe fundamentarse en estudios científicos pertinentes.
La Coalición para la Defensa de las Áreas Protegidas alertó sobre lo que podría ser una nueva escalada en los intentos por mutilar algunas áreas muy valiosas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.