Día Mundial de los Polinizadores 2022
¿Por qué son necesarios?
Los científicos estiman que, el 80% de las plantas con flores (angiospermas) dependen de los polinizadores para su supervivencia, pues son ellos los que transportan el polen de una flor a otra, lo que permite la fertilización de las mismas y la reproducción diversa y evolutiva de la especie.
Los entomólogos (especialistas en el estudio de los insectos) han descrito más de 1100 especies de abejas silvestres, a las que hay que sumar a sus primas las abejas melíferas; pero no son las únicas puesto que, todos los insectos que visitan flores podrían actúar como polinizadores y también cumplen ese rol aves, reptiles, mamíferos, anfibios, etc., puesto que el polen es capaz de adherirse casi a cualquier superficie, con tal de ser transportado a otra flor.
Pero los polinizadores no trabajan gratis y esto es muy evidente en los insectos, de hecho, la mayoría visita las flores para alimentarse, por lo que la gestión de traslado de polen es fortuita. En general suelen beber el néctar que se encuentra en las flores, aunque algunos también comen granos de polen.
Una dependencia real
Las plantas y los polinizadores dependen unos de otros y en parte, esta es la explicación de su fabulosa diversidad. Cuanto más atractiva sea una flor para los agentes polinizadores, mayores serán sus posibilidades de ser fecundadas.
Pero como el polen es específico de cada especie, las plantas emplean dos estrategias que garantizan el éxito de los intercambios; algunas hacen un ‘contrato de exclusividad’, es decir que dependen de un solo ejemplar para polinizarse y lo hacen imitando el olor y la forma de las hembras de sus polinizadores y atraen a los machos irremediablemente, quienes en vez de copular acaban impregnándose de polen. La otra opción es atraer una plétora de insectos y apostar por la diversificación.
Si bien ambas estrategias funcionan, cada una tiene sus propias ventajas y desventajas. Las plantas generalistas que son visitadas por muchas especies de polinizadores tienen más probabilidades de recibir su tipo de polen específico, ya que, si decrece el número de ejemplares o se extingue una especie de polinizador, siempre habrá otras que le proporcionarán dicho servicio. La desventaja de esta opción es que no siempre es posible garantizar que el polen que le trae un insecto provenga de un ejemplar de su misma especie.
Por su parte, las plantas que se especializan en atraer a una única especie de polinizadores se aseguran de tener un transporte seguro y garantizado del polen adecuado. El problema es que la especialización también los hace muy vulnerables a la desaparición de sus visitantes, lo que provocaría su propia extinción.
¿Qué amenaza a los polinizadores?
A día de hoy, especialmente los insectos polinizadores, pero también muchas aves, reptiles y anfibios que cumplen estas funciones están amenazados por varios factores, entre los que destacan la reducción de sus hábitats y la contaminación por agroquímicos y pesticidas. Pero también los afecta la urbanización o el calentamiento global, puesto que puede cambiar el período de actividad de los insectos y desfasarse con el de la floración.
Existen infinidad de factores que pueden afectar a todo un ecosistema si se rompe el equilibrio que existe entre las plantas y sus polinizadores. Por ello es imperativo proteger de manera efectiva y eficaz a estos animales, si pretendemos que el mundo siga siendo un lugar habitable para todas las especies vivas.