Ante las protestas, la repuesta del Gobierno fue la represión desmedida. La Policía disparaba sus armas contra de los manifestantes, provocando la muerte de niños, mujeres, ancianos y demás, una masacre en contra de una población civil desarmada.
El lunes 17 de marzo de 1975 Orlando fue emboscado en horas de la noche en la avenida José Contreras, zona universitaria, por un grupo de militares y civiles.
Amelia, de apenas 14 años, era estudiante del Instituto de Señoritas Salomé Ureña. Fue alcanzada por una bala que le perforó un pulmón y la columna vertebral. Murió tras ser sometida seis cirugías en los Estados Unidos.