Tareas pendientes
El horror no indigna a una sociedad envilecida, quizás el miedo obligue actuar. Existe un cogobierno en las cárceles lejos de las maravillas que repite el gobierno.
El horror no indigna a una sociedad envilecida, quizás el miedo obligue actuar. Existe un cogobierno en las cárceles lejos de las maravillas que repite el gobierno.
La opción es despertar o seguir dormidos o durmiendo, como advertiría, Camilo José Cela. Ensayar ¡viva el jefe! no está de más. Todo es posible en la época de “la más viral”.
Triunfó la cobardía de los traidores, negados a admitir la realización del ideal con nombre de República Dominicana. Y ahora, 211 años después de su nacimiento, asoma el maleficio. Algunos delirantes pretenden sustituirlo.
Una elite voraz persigue la permanencia en el poder a expensas de una mayoría sin rumbo, presa de la inmediatez, esperando un plato de locrio.
Pronto escucharemos, desde el Salón de las Cariátides, entonar “Banda de Camión” y bendecir las ventajas del ruido para eludir la realidad.
El esperado narco-político ya existe y ningún estremecimiento ha provocado. Total, importa poco, regresará redimido. Algo de dinero siempre queda y servirá para su reinserción social.
Subrepticiamente, en los centros urbanos del país, en nombre de un derecho inexistente, los petofílicos imponen la coexistencia con sus mascotas.
Es “falta muy grave” el uso, en los centros de corrección y reinserción social, de teléfonos celulares o cualquier dispositivo de comunicación con el exterior.
Cualquiera que sea la razón motivó un gesto insólito del jefe de estado. El presidente solicitó a “Kiko” que se entregara, pero algo peor, reveló que su lugarteniente “está en 29”. En el argot policial “estar en 29” significa “darle pa bajo” a una persona.
La Comisión parece suplantar la función de ministerios existentes y engaveta la política de “Gestión del Riesgo de Desastres” y la “Estrategia Nacional frente a Desastres”, incluidas en el Programa de Gobierno del PRM.
Quizás crean que, gracias al percance con el proyecto, la difamación y la injuria están permitidas y también esté en receso la ley sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología.
Los semáforos vendrían después. El proceso suspendido tiene ribetes macondianos como el silencio de la PEPCA. Cestero es contundente: “eso somos”.
Estado indiferente al crimen cuando de obtener ventajas se trata. Es propicia la fecha para denunciar y atreverse a combatir la condición inerte de la Constitución.
En el texto, el firmante se atribuye una culpa que no es individual. El candidato presidente dijo “lo juro” de manera voluntaria y pública. Nadie ha denunciado intimidación, violencia, dolo o error, para conseguir la promesa.
La Ley 20-23 Orgánica del Régimen Electoral conserva la definición de transfuguismo, aunque deroga la tipificación de tránsfuga, esa que atribuía la condición a los que traicionaban a sus compañeros de partido para pactar con otras fuerzas políticas.