Terremoto en el Capitolio y su réplica
El día 6 de enero de 2021 ha quedado marcado en la historia contemporánea como una fecha llena de asombro, incredulidad, miedo e incertidumbre para millones de personas fieles creyentes y admiradoras del modelo de Gobierno conocido como la democracia representativa.
Los ojos de los mundos oriental y occidental contemplaban las pantallas y escuchaban los noticieros informando en distintos idiomas los eventos que acontecían en Washington D.C. capital de los Estados Unidos de América.
Allí miles de manifestantes, muchos de ellos armados, avanzaban derribando barreras, destruyendo ventanas, empujando y quebrando puertas hasta penetrar al sagrado templo político, sede del Senado y la Cámara de Representantes del gran país cuna de Thomas Jefferson, James Madison, George Washington y Benjamín Franklin y demás forjadores de la nación más poderosa del mundo.
Parecía que las agencias cablegráficas, los canales de televisión y las redes sociales se volvían insuficientes para convencer a los usuarios de que lo que veían y oían era real y no un producto virtual de la tecnología comunicacional moderna. Se trató de un intento, por suerte fallido, que pretendía desconocer los resultados finales de las elecciones nacionales para la escogencia de las nuevas autoridades gubernamentales, evento celebrado en noviembre de 2020, tal y cual manda la Constitución estadounidense.
Algunos intelectuales de gran prestigio como hacedores de opinión pública, así como historiadores comparan el trágico evento sociopolítico con uno de los pasados capítulos de la Guerra Civil americana acaecida en la segunda mitad del siglo XIX en la que se pelearon los Estados del Norte y los Estados Confederados del Sur, resultando favorecidos los primeros. En el reciente evento trágico aún se encausan judicialmente los autores del bochornoso acto.
El filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel nacido en 1770 y quien falleció en 1831 es citado por Karl Marx en su libro “El 18 Brumario de Luis Bonaparte”. En esta obra Marx escribe: “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa”.
Esta cita viene a colación ya que el domingo 8 de enero de 2023 las principales sedes oficiales gubernamentales de Río de Janeiro y de Brasilia fueron ocupadas y objeto de actos vandálicos llevados a cabo por simpatizantes del recién pasado presidente Jair Bolsonaro. Pretendían los revoltosos desconocer los resultados de las últimas elecciones llevadas a cabo el 2 de octubre de 2022.
La reacción de distintos Gobiernos legítimos del mundo registrados en la Organización de las Naciones Unidos no se hizo esperar, respaldaron al Gobierno constitucional de Luiz Inácio Lula da Silva surgido de las urnas.
Se podría hacer una analogía y decir que el gran terremoto político negativo que tuvo lugar en los Estados Unidos de América el 6 de enero de 2021 tuvo una réplica el 8 de enero de 2023 en el vasto territorio suramericano que ocupan los Estados Unidos del Brasil.
¿Dónde y cuándo se producirá otra réplica del fatídico evento antidemocrático?
Esperemos que jamás. ¡Que se respeten las reglas democráticas para bien de la humanidad!