Improvisación y falta de registros provocan que población se inyecte vacuna equivocada
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Lo admitió el ministro de Salud, Daniel Rivera: Varias personas que fueron vacunadas con Astrazeneca en la primera dosis se vacunaron con la Sinovac en la segunda.
Estas declaraciones de la máxima autoridad del país en materia de salud revelan una improvisación en la aplicación del Plan Nacional de Vacunación.
El actual Gobierno de República Dominicana asumió el poder el 16 de agosto del 2020 y el 16 de febrero del 2021 inició la vacunación contra el coronavirus.
Esto quiere decir que transcurrieron exactamente seis meses (medio año) entre la toma de posesión y la aplicación de la primera vacuna, tiempo suficiente para desarrollar un software que permita registrar a la población vacunada y evite que, como acaba de ocurrir, las personas se inyecten la vacuna equivocada.
El resultado ha sido el desorden y el desconcierto de quienes han ido a vacunarse entre el tumulto de la gente. Han ido a dedicar un día para salir con un cartoncito en la mano, sin registro digital que certifique que fueron vacunados.
Peor aún, el Gobierno presentó el Plan Nacional de Vacunación el 15 de febrero, apenas un día antes de iniciar la jornada de vacunación en el país, tiempo insuficiente para explicarle a la población de qué se trataba aquella estrategia para aplicar la vacuna anticovid.
Mientras, el 24 de febrero, a una semana de haber iniciado el Plan de Vacunación, el Ministerio de Salud Pública anunció que reservará la segunda dosis para las personas que recibieron la primera, una estrategia muy lógica, tomando en cuenta la incertidumbre de los países pobres o en vías de desarrollo para adquirir la vacuna.
Sin embargo, en otro vuelco hacia la improvisación, el plan fue abandonado y se aplicaron todas las vacunas disponibles. El afán por mostrar ante la región una cantidad mayor de vacunados pudo más que la razón.
Este hecho provocó, como se ha visto, que a semanas de haberse tenido que inocular la segunda dosis de Astrazeneca, más de 100 mil dominicanos no lo han hecho por falta de vacunas.
También causó que muchos, desorientados, hayan ido a ponerse la china Sinovac en lugar de la de Astrazeneca, con la que se inyectaron la primera dosis, sin objeciones por parte del personal que aplicó la vacuna.
Estas acciones evidencian la improvisación de un Gobierno que, al parecer, vive el día a día, sin una estrategia clara para aplicar las políticas públicas.