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Su nombre da indicios de qué se trata. Este modelo económico surgió en 2014 por la empresa Uber.

Bajo este modelo, se prioriza el alquiler sobre la posesión del bien. Accedes al uso de un bien o servicio por un tiempo determinado bajo modalidad compartida, en lugar de comprarlo.

Se caracteriza además por incorporar las nuevas tecnologías para conectar, relacionar, a los demandantes y oferentes de los productos y servicios. 

¿Donde encuentras la uberización? No se limita a las áreas de transporte como servicio de taxi o mensajería/delivery, también la encuentras en el área de viajes con Air BnB, en Finanzas con Peer to Peer o en el área de entretenimiento con las plataformas digitales Netflix, Amazon Prime Video o Spotify.

Te pongo un ejemplo. Décadas atrás, era común poseer una colección de Dvd’s o Cd’s, pero hoy en día, preferimos pagar una tarifa mensual para acceder a un repertorio de películas, series y música.

La uberización sin dudas, ha promovido la innovación, ha abaratado costos y eficientizado procesos, ha permitido el acceso a bienes y servicios por parte de una mayor población y ha incrementado las ventas de micro y pequeñas empresas.

De grandes empresas también. Amazon incursionó hace pocos años en la uberización con su servicio Amazon Flex. Personas físicas independientes buscan y entregan paquetes de Amazon.

Permitió también que con la Covid-19, los restaurantes continuaran vendiendo a través de los servicios de delivery o que usuarios accedieran a hacer citas en laboratorios para hacerse las pruebas médicas.

No obstante, mantengamos presente que nuevos modelos económicos, demandan nuevos normas laborales y productos financieros, de forma tal a proteger los derechos laborales de los trabajadores y del consumidor.

China y España ya han iniciado.

Lilliana Rodríguez-Álvarez, economista especializada en finanzas, con maestría en políticas públicas y sociales.

Sobre este tema, conversé con Carmen Imbert Brugal, en El Matutino Alternativo del 20 de abril de 2022.