Los eventos ocurridos en los últimos meses a lo interno del partido de Gobierno revelan la naturaleza del mismo.

Las pugnas, zancadillas y falta de coordinación en el criterio y la acción, poco a poco desnudan una realidad a la que el PRM quiere renunciar, pero no puede porque es su naturaleza.

Su composición genética los hace ser una organización divisionista, proempresarial e improvisadora.

Los casos sobran, pero el más reciente es el de trabajadores de la pesca simpatizantes del partido enfrentados a otro sector pesquero dentro del mismo partido.

Como el camino que se bifurca de Frost, dentro de la federación de asociaciones que constituye el partido de Gobierno, las ramificaciones son incontables, cada una con sus intereses.

Hostos hablaba de la necesidad del ser humano de rebelarse contra su naturaleza para poder dominar las emociones y hacer grandes cosas, lo que demanden la patria y la vida.

Pero es mucho más fácil, en todo caso, dominarse uno mismo que tratar de dominar a un organismo, ponerlo a funcionar como un solo cuerpo. El PRM lucha contra su naturaleza en una batalla desigual. Tiene difícil la pelea.