Mujeres y hombres tienen iguales derechos, deberes y libertades.

Eso dicen leyes, declaraciones y manifiestos, no así la cotidianidad que viven las mujeres.

Hombres despechados las matan, patronos les pagan menos, aún cuando realizan igual trabajo que otros hombres y la cultura, con sus prácticas y medios, destruye su autoestima desvalorizando y subordinando su existencia.

La situación de violencia laboral, social y cultural que viven tantas mujeres tiene que cambiar.

Este cambio empieza por ti, hombre o mujer, por practicarlo y exigirlo con firmeza en cada lugar y en cada momento.

Ven, únete a nosotras y nosotros para construir una convivencia libre de violencia contra las mujeres.

¡Juntos, vamos a poder!