La educación de los seres humanos es un derecho humano. El gobierno del Cambio está jugando con ese logro de la modernidad.

Si alguna conquista bella y democrática ha logrado el pueblo dominicano en las últimas décadas fue fruto de la lucha social por el 4 % del PBI para la educación.

Los avances obtenidos en la última década se han ido al piso en este período de gobierno.

El próximo mes inicia el año escolar y mire usted, faltarán aulas, mientras miles de familias madrugan hace semanas para ver si encuentran un cupo para sus hijos en las escuelas públicas.

La construcción de decenas de escuelas que estaban en proceso tiene 3 años paralizada por pura retaliación política y la solución del ministerio de educación es alquilar furgones para meter a los estudiantes como sardinas en lata.

Duele pensar que miles de niños, niñas y jóvenes de familias pobres quedarán fuera de las aulas por la ineptitud e indolencia de este gobierno.

Jugar con la calidad de la educación como lo está haciendo el presidente y su gabinete es una apuesta segura al fracaso como sociedad.

Cada niño, niña y joven fuera de nuestras escuelas representan una muestra patética del fracaso de nuestra frágil democracia.

! Donde no hay educación, no hay democracia!