Hay hechos que son muy graves para dejarlos pasar como quien ve llover. Lo ocurrido recientemente en la comunidad de Los Negros, en Azua, es un ejemplo.

Los comunitarios protestaban contra la instalación en su playa de una barcaza para producir electricidad. Nuestras comunidades saben que tales artilugios calientan las aguas, contaminan su entorno (combustible, grasas, desechos del mantenimiento…), afectan la pesca que es su medio de vida, y saben que los gobiernos están dispuestos a cualquier cosa para favorecer intereses.

Como las autoridades no se enteran de esa toma de conciencia de nuestras comunidades, no les explican nada. No las consultan. No las integran. Las atropellan. Las anulan. Lo de Cotuí es ejemplo. Lo de Los Negros, grave advertencia.

Allí se atropelló a hombres, mujeres y niños. Se sembró el terror durante horas. Como si eso fuera poco, se puso a una dotación policial a simular y grabar en video un supuesto ataque contra su cuartel. Una mentira. El testimonio lo recoge un medio regional: www.elquintoelementotv.com, en video disponible en YouTube.

El ministro de Medio Ambiente apareció poco después por allí y ofreció declaraciones.

Sin embargo, es al Ministerio de Interior y Policía al que corresponde investigar lo que ocurrió en Los Negros. Porque las fuerzas militares y policiales no actúan si no es por órdenes de sus superiores.

¿Quién ordenó sembrar el terror en Los Negros? ¿Quién ordenó a aquellos policías simular un ataque y grabarlo en video? Interior y Policía debe investigar a fondo y responder al país sobre un hecho tan grave.

Porque dicen que para muestra basta un botón. Lo que pasó en Los Negros es el síntoma de hechos muy graves que vienen ocurriendo en nuestro país.