La voracidad de las informaciones nos hacen creer que el conflicto Rusia -Ucrania lleva años y se aprovechan de eso para montar una campaña que oculta las malas acciones del Gobierno.
Parece que gracias a Rusia ya no hay Covid, por eso abandonaron los programas de vacunación, un error que podemos pagar caro.
Ahora son rusos los responsables de descuidos y escándalos en Educación, Primera Infancia, Salud, Medioambiente, Plan Social, Inapa y otras áreas del Gobierno.
Por culpa de Putin las Farmacias del Pueblo siguen desabastecidas.
Aquel conflicto parece tener la culpa de todos los males que vivimos desde la llegada de Colón.
Pero no por su culpa y gracias a Rusia, abren facilidades para importar alimentos e insumos en beneficio de su gente y para mal de nuestros productores.
Mientras usan la amenaza y el cuco de una guerra mundial, van amarrando la Reforma Constitucional, Ley de Fideicomisos, las Alianzas Público Privadas, control de la Justicia y muchos préstamos que serán aprobados para salvarnos de los rusos.
El conflicto real en nuestro país se llama ineptitud. Un solo ejemplo: por no licitar el carbón de Punta Catalina el año pasado, ahora se va a pagar 8 veces más caro, subirá el costo de la energía y de paso tendrán más argumentos para vender la planta a los dueños del Gobierno.
No nos dejemos entretener, Rusia no tiene la culpa de que hasta el cilantro, la yuca y las berenjenas estén caras.
Mientras tanto, para detener  el avance de las fuerzas rusas, la reelección camina y toma cuerpo.
El Gobierno del Cambio invierte millones en una propaganda divertida que juega al olvido, sólo que no es divertido jugar con la salud, la educación y la vida digna de la gente.
Este Gobierno lleva 19 meses golpeando cada día a la clase media y a los pobres, no creo que tanta saña en contra de este pueblo, también sea, culpa de Rusia.