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Cuando el río suena, piedras trae.

Desde el Gobierno están haciendo por debajo todos los amarres y acuerdos para comenzar a vender a Punta Catalina, las Edes, las hidroeléctricas y otros bienes del pueblo dominicano.

La ola privatizadora será mortal. 

Al Gobierno parece que se le olvida que son bienes públicos los que pretenden entregar a precio de vaca muerta.
Si van a vender lo nuestro, vendan la Catedral, el Parque Colón y el Malecón. 

Si van a subastar patrimonios, rifen Bahía de las Águilas, el Pico Duarte, el Morro y el reloj de Montecristi. 

Como les atrae vender lo ajeno, abran un San con Samaná, Cayó Levantado, Los Haitíses y la Basílica de Tatica en Higüey. 

Vendan incluso la cordillera Central y los ríos que nos quedan. 

Señores del Gobierno, cuando terminen de vender lo que nos queda de Patria, asegúrense de habernos vendido también las tumbas en las cuales terminarán por enterrar a este pueblo. 

Que pena, se les olvida, que lo mucho hasta Dios lo ve.