¿Interesa en verdad la lucha anticorrupción al gobierno?

Una verdadera lucha contra ese mal (congénito del sistema capitalista) actuaría de otro modo o, al menos, interpelaría también al presidente Abinader por financiación ilícita de campaña y/o para que dé explicación de su fortuna en paraísos fiscales. La evidencia parece abrumadora.

Pero son otros los propósitos del gobierno.

Por eso deja libres y premiados a sus imputables mientras desmantela las Comisiones de Ética Pública (instaladas en los gobiernos del PLD en todo el Estado), relaja las compras y contrataciones del Estado mientras se lanza con sevicia contra su verdadero oponente electoral Y DE CLASE.

No es nueva en la República Dominicana la instalación del LAWFARE o Estado de Persecución Política-Judicial al cual acaba de referirse el Papa Francisco.

Probablemente, para encontrarnos con el primer caso moderno de Estado de LAWFARE en el país habría que remontarse al juicio instalado por la administración Balaguer de 1986 contra el PRD versión Dr. Jorge Blanco (hoy PRM).

Entonces, como hoy, hubo juicio mediático. La prensa participó activamente filtrando informaciones y expedientes, creando percepción de culpabilidad de antemano… Y se desató la persecución contra dirigentesperredeistas.

Así, en parte, garantizaba Balaguer su quinto período de gobierno en 1990.

¿Por qué actúa Abinader hoy casi del mismo modo que lo hizo Balaguer en 1986?

Porque dice el pueblo que “pájaros de la misma pluma vuelan juntos” y, como el Balaguer de entonces, el Abinader de hoy es la cabeza de la oligarquía dominicana, rabiosa opositora a las reformas que representa el PLD.

No. No interesa al gobierno Abinader la lucha anticorrupción. Le interesa, por razones de intereses de clase, destruir al más importante partido del sistema para garantizarse un segundo período electoral para seguir privatizando y monopolizando.