Estamos en Navidad, tiempo de alegrías y celebraciones.

Buena época para pensar de manera solidaria en el prójimo. 

Con pequeños detalles y decisiones podemos ayudar a muchos y muchas a tener su Navidad.

A la hora de regalar, pensemos en comprar a los artesanos y pequeños negocios de nuestro entorno.

Miles de mujeres hacen ponches, vinos y licores en sus casas, si les compramos a ellas estamos apoyando a sus hijos y familias.

Si encargamlos los pasteles en hojas y pastelitos a las señoras que los hacen, ayudamos a que con esos chelitos ellas hagan su Navidad.

Compremos los vegetales y verduras a esas guagüitas o triciclos que cada día pasan por nuestras casas.

Revisemos el ropero, esas piezas casi nuevas que no usamos, pueden ser la muda que alguien estrene con alegría.

Llama o visita a esa familia amiga que quizás necesite aliento y esperanzas.

Si te apareces a un hogar de niños y niñas o de ancianos con frutas y dulces, apuesto que el brillo de sus ojos te hará más humano.

Esta Navidad agarra a mucha gente llena de carencias y que la está pasando mal en medio de la crisis, miremos nuestro entorno con ojos de prójimo y allí vamos a encontrar esos motivos que nos muevan hacia ellos de manera amorosa.

Con miles de pequeños gestos hacia los chiquitos, los llenos de necesidades, esos olvidados del mundo, podemos llenar esta Navidad dominicana de solidaridad.