Quitar y poner. Y poner y quitar funcionarios. Recular según la ola que en redes se forme. Enviar y retirar proyectos de ley. Meter y sacar la pata. Tantear el pueblo. Ver hasta dónde llega.

Aprobar importaciones, quebrar productores, entregar terrenos y concesionar a multinacionales el patrimonio nacional. Hacer lo público, privado. Cambiar. Una y otra vez. Todo a la vez y con fuerza.

Precarizar servicios de salud y sistema educativo. Desproteger a la gente. Abjurar de la lucha de las mujeres. Abandonar al campesino. Ningunear al obrero. Humillar al chiquito. Robar hasta la esperanza.

Se improvisa con la gente, mas no con los intereses, que son grandes, que son muchos.

Hoy el partido de Gobierno hace gala de su talento: el espectáculo. Con eso encubre el fracaso (piensa). Punta Catalina fue palanca electoral. Mentiras que hoy se admiten a regañadientes. El mismo espectáculo electoral de entonces, el de ahora. Nada nuevo.