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A veces, necesitamos palabras de aliento que nos recuerden que lo podemos lograr, que podemos subir un elefante por las escaleras pero ojalá, no tengamos que hacerlo a solas.

Mis años de labor en las microfinanzas, me han ilustrado una realidad muy distinta a lo que se ve y percibe en los medios de comunicación y universidades.

Mujeres que son amenazadas a muerte si toman un crédito para montar un negocio, porque su pareja le prohíbe independizarse. Madres solteras que le amenazan con quitarles la custodia de sus hijos, si deciden irse a trabajar y no quedarse en casa a cuidarlos.

La Real Academia Sueca, con el otorgamiento del Premio Nóbel de Ciencias Económicas a Claudia Goldin, envía un mensaje a los gobiernos del mundo. Deben preocuparse por poner en agenda, las reformas legales, modificación de las políticas laborales y salariales, la ampliación de servicios sociales y la transformación cultural que permita que las mujeres, madres en especial, puedan desarrollarse laboralmente y obtener iguales condiciones salariales.

Quizás no les ocurre actualmente con su pareja, o puede que sí, pero imagínense a su madre, tía o hermana, años atrás, todo lo que tuvo que hacer para irse a trabajar todos los días y generar el dinero que les permitiría a ustedes comer, vivir bajo un techo, ir a la escuela, entre muchos más.

Claudia Goldin, demostró con su investigación de 200 años de historia, que la participación de la mujer en la economía es menor que la del hombre pero que es mayor bajo una estructura de economía agrícola y de servicios. También, evidenció que las brechas salariales, entre hombres y mujeres, se amplía cuando ella se convierte en madre.

Las estadísticas en República Dominicana, demuestran que el 59% de los ocupados son hombres y que entre marzo 2020 y marzo 2021 (por la Covid-19), en República Dominicana se perdieron 145 mil empleos femeninos, equivalente a 7.7 % menos, mientras que empleos masculinos se perdieron apenas 47 mil, equivalente a 1.7 % menos.

La ONE según su análisis estadístico, ha señalado que, en promedio, las mujeres reciben 16.7 % menos ingresos que los hombres y que esa brecha se eleva hasta 26.1 % para el rango de 40 a 59 años de edad.

Sembremos cada uno, un granito de arena, en cualquier rincón donde nos encontremos para transformar esta realidad.

Lilliana Rodríguez-Álvarez, economista especializada en finanzas, con maestría en políticas públicas y sociales. Síguela en las plataformas X (antes conocida como Twitter) e Instagram @lillianarodalv