Mientras nos hablan de Haití
Mientras nos embelesa con Haití, el presidente aumentó la nómina del Estado en 120 mil millones de pesos en sus primeros cuatro años de gobierno. Todo un escándalo.
Mientras nos habla de Haití, el presidente Abinader reparte 425 millones de pesos mensuales en pensiones privilegiadas, esto es, más de cinco mil millones de pesos al año.
Mientras nos hipnotiza con Haití, el presidente reparte el presupuesto nacional entre cariñito, brisitas, bono a mil, botellas y botellones en una acción irresponsable que no tiene otro propósito que corromper conciencias.
Mientras nos embauca con Haití, 500 productores de banano abandonaron la producción y quebraron centenares de pequeños y medianos productores de pollo y huevo.
Mientras nos engatusa con Haití, su gobierno ha quebrado proyectos como La Cruz de Manzanillo y hay quienes dicen que funcionarios del “cambio” buscan ya repartirse esas tierras.
Mientras nos duerme con Haití, el gobierno no tiene respuesta para el aumento galopante de los precios.
Mientras el presidente nos anestesia con Haití, los precios del petróleo bajan, pero el de los combustibles no.
Mientras el presidente nos narcotiza con Haití, la construcción se desploma; perdemos nuestra soberanía alimentaria favoreciendo las importaciones y la economía dominicana da síntomas de quebrantos muy serios que son quebrantos de las empresas y las familias dominicanas.
La gente sufre, las empresas se quejan, la economía se paraliza, los servicios públicos se deterioran, la corrupción crece hasta en las esquinas y el presidente quiere que creamos que todo eso es culpa de Haití y no de su gobierno incompetente. A otro perro con ese hueso.
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