Cuando nos convertimos en padres/madres, debemos estar conscientes del papel de los abuelos en la crianza de los nietos: apoyo y contradicción a los padres.

Recientemente, a raíz de que mi hijo de seis años ha empezado a declarar aburrimiento constante, he descubierto lo fácil que nos convertimos en madres/padres Netflix, buscando la manera de proveer o garantizar entretenimiento a demanda. Todo el día, en cualquier situación.

¡Uno termina exhausto!

“Para que no se aburra”, la abuela entrega su propio celular o el control de la televisión.
Entonces toca explicar que los niños también necesitan aburrirse, aunque como padres debamos nosotros redirigir esa situación y utilizarla, por ejemplo, para incluirlos en actividades que puedan realizar con nosotros.

Salir al parque, hacer manualidades, leer, correr un poco puede ayudar.
Creo que los niños necesitan aprender a conocer, autoregular y resolver situaciones.
Necesitan, además, salir de la sobreestimulación que les rodea.

Es decir, que es también una oportunidad para que salgan un poco de la tableta, de los celulares y otras tecnologías que muchas veces se convierten en un apoyo central de nuestra crianza.

Sirva este artículo para reconocer, a modo de broma, el avance de los tiempos. En mi infancia, declarar aburrimiento no era posible y, de hacerlo, las opciones a mano iban de lo ridículo a lo grotesco. ¡Salve, mamá Persia!