Los médicos como el país
Hace unos días, vimos un par de eventos grotescos y desafortunados contra empleados públicos y, de manera puntual, contra los médicos dominicanos.
Personas mayores esperando largas horas para cobrar su salario, bajo el sol, con calor y hasta desmayándose. Una mezcla de abuso con desconsideración digna de reprochar y condenar a todos los niveles.
En los últimos años, por politiquería y por la misma gestión del odio instaurado, el servicio público se convirtió, lamentablemente, en la razón para linchamientos públicos a través de las redes sociales. De botella, corrupto y otros amores.
Por supuesto, a pesar de tener otras formas de hacer las cosas, prefieren aquella que lacera la dignidad de servidores públicos que, sobre todo estos últimos años han sido el escudo, la protección y la salvación de todos en la pandemia.
Así como hacen con los médicos, lo hacen con el país. Es el desorden, la improvisación, la humillación y la falta de planes latentes en todo lo que hacen y dicen.
Así como vimos rodar por el piso a trabajadores del sector salud, vemos rodar proyectos que funcionaban plenamente y que eran de beneficio para la población dominicana.
No hay que entrar en detalles, lo hemos hablado antes y lo vive y lo siente usted en cualquier área. La inseguridad, el miedo, la carestía, la inestabilidad y el desasosiego son el pan nuestro de cada día.
Todo lo que tocan se destruye, se atrasa o se pierde. No es sanear, es perseguir al contrario, eliminarlo de esta nueva herencia que les toca manejar.
Lo dijo Roberto en su anterior #QuieroQueSepas: Sanear es limpieza política, como lo es también cambiar nombres o querer borrar todo vestigio de una cultura política anterior.
No son temas alejados. Como desconsideran y manejan el pago a los médicos y otros servidores públicos, están manejando el país.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.