Vejación a trabajadores de la salud
Lo que ayer tuvieron que padecer los trabajadores públicos de la salud nunca debió ocurrir.
Para cobrar su salario, a médicos, enfermeras, bioanalistas, camilleros y otros se les obligó a aglomerarse desde la madrugada frente a las oficinas del Servicio Regional de Salud Metropolitano.
Un tumulto enorme de gente cuando ya se conocen indicadores preocupantes de rebrote de infectados por COVID-19, sin instalaciones sanitarias, ni asientos ni cobijo.
¿Y por qué razón?
Por ser todos ellos sospechosos de cobrar sin trabajar, el Gobierno ordenó pagarles presencialmente mediante cheque, no en su lugar de trabajo, sino en la sede administrativa de la Regional.
En apariencia, la decisión se explicaría por la incapacidad de los funcionarios del Gobierno de aplicar procedimientos modernos para «sanear» nóminas,14 meses después de haber asumido el cargo.
«Es que no saben gobernar», diría cualquiera que recuerde administraciones anteriores de los actuales líderes del PRM.
La verdad, sin embargo, es otra. Es limpieza política.
Sanear nada tiene que ver con la salud financiera, pero sí con sacar a nombrados en administraciones peledeístas para colocar a perremeístas de pura militancia.
Sanear es limpieza política, como lo es también cambiar nombres o querer borrar todo vestigio de una cultura política anterior.
Cualquier dominicano o dominicana que no sea de su partido, es un judío-peledeísta apestoso, ladrón de fondos públicos, que cobra sin trabajar, hasta que demuestre su «pureza política».
Esa «limpieza política» en talante neonazi la han venido ejecutando sistemáticamente en todas las instituciones del Estado.
Sin piedad ni consideraciones técnicas.
Ojalá que lo sucedido ayer no se repita.
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