El pueblo dominicano celebra las medallas que con gallardía van ganando nuestros deportistas en las Olimpíadas de Tokio.

En medio de tanta cháchara en el país, esos muchachos y muchachas son un destello de luz que nos invitan a seguir amando esta patria.

Sería injusto celebrar esas medallas y dejar a un lado las medallas que cada día se gana el gobierno del Cambio.

En casi un año han ganado medallas que nos llenan de asombro.

La primera medalla se la ganan los funcionarios que engañan y ponen al presidente a inaugurar obras del gobierno pasado. 

Una medalla super olímpica se la lleva el presidente cuando cada fin se semana anuncia obras de miles de millones en las provincias, sabe que no las podrá cumplir, pero gana medalla como encantador de pueblos.

Medalla al Mérito Escolar gana el ministro, que declara sin un sólo indicador, un año escolar lleno de éxitos.

Medalla al descuido y dejadez gana el gabinete agropecuario que en un año va sumiendo el campo y su gente en la miseria.

Medallas al mayor destripador ganan quienes están destruyendo el 911, Asistencia Vial y otros servicios.

Hay medallas a diestra y siniestra para los legisladores que cada semana aprueban más préstamos.

Las Edes compiten en lograr oro en cuanto a apagones.

Miles de cancelados quieren entregar medallas a los funcionarios que no le pagan sus prestaciones. La medalla del aumento salarial se oxidó con los precios de los alimentos, pero sigue siendo su medalla.

Con el Código Penal hay varias medallas llenas de sangre y dolor que compiten, lleva delantera la idea de las «Medias Penas» a violadores y criminales, como si nuestras mujeres fueran más o menos medio agredidas o medio violadas.