Con el rancho ardiendo en su comarca, visitó la República Dominicana el presidente colombiano Iván Duque.

A pocos meses de salir del poder tras un cuestionado Gobierno y en medio de una ola de protestas, el Duque se encontró con su homólogo dominicano, cuya administración gubernamental no luce ser muy diferente.

El Gobierno del Duque colombiano se ha caracterizado por el aumento de la violencia policial, la inflación de productos, el abandono de políticas sociales y acusación de vínculos con el narcotráfico. ¿Suena conocido?

El pasado año, para mayor fidelidad con el símil, el Gobierno de Colombia intentó aprobar una reforma tributaria que perjudicaría a los más pobres y beneficiaría a las élites. ¿Sigue sonando conocido?

En aquel país suramericano las multitudinarias protestas detuvieron la reforma, aunque a un alto costo: 40 personas muertas. La mayoría a manos de la Policía.

En 2021 asesinaron 145 líderes sociales. Y en lo que va de este año, 52 han corrido la misma suerte.

Mientras eso ocurre en su país, el Duque colombiano coloca una rosa en el Altar de la Patria, ante los restos mortales de Duarte, Sánchez y Mella.

De la reunión privada con el presidente dominicano, nada se supo. Pero el anuncio de que ese Gobierno asistirá a República Dominicana en materia de seguridad, da miedo.

Lastimosamente, en el Gobierno del Duque, es Colombia el peor ejemplo, o uno de ellos, en materia de seguridad y protección ciudadana. Allí, la sangre de inocentes corre como río.