Absurdo y Sentido Común no se soportan. Para el Absurdo, el Sentido Común es lo más alejado de la realidad, a pesar de su obviedad. Un tonto. En cambio, para el Sentido Común, el Absurdo es un sinsentido que, al carecer de razón, usa la fuerza y el engaño. La desfachatez hecha persona.

¿Cómo calificar, pregunto, que las élites gobernantes europeas estén considerando reducir el gasto en pensiones y en el cuidado de la salud de sus ciudadanos, para elevar el gasto en armamento, desde un poco menos de 2 % del PIB para llevarlo a 5 %? ¿No le parece absurdo?

¿No resulta absurdo para la liturgia democrática europea la anulación de la primera vuelta de las elecciones en Rumanía porque ganó inesperadamente un candidato que no era del agrado y que harían lo mismo en Alemania si los ciudadanos “se equivocan” votando en febrero preferentemente a un partido de extrema derecha?

¿No le parece absurdo que, por mala gestión de cobranzas en la venta de energía eléctrica, el gobierno PRM aplique “gestión de demanda”, es decir, apagones financieros programados por circuito, castigando por igual a clientes que están al día en sus pagos y a morosos?

Imaginando su respuesta, debo advertirle que es muy probable que el Absurdo se salga con las suyas y logre ganarle la partida al Sentido Común, como ha ocurrido tantas veces en el pasado.😂

Y es que el Sentido Común, que para más inri no goza de buena prensa, confía en que su Verdad prevalecerá, por lo que no ve necesario mentir. En cambio, para el Absurdo, la Verdad es desechable, prescindible; entiende que lo que energiza toda sociedad son intereses, por lo que la Mentira es un arma eficaz a la que puede recurrir sin cargo de conciencia.

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