“Desde 2020, el 1% más más rico acaparó el 63 % de toda la riqueza producida en el mundo, casi dos veces que el resto de la población mundial, reveló el nuevo informe de OXFAM sobre las desigualdades mundiales publicado al margen del Foro Económico Mundial de Davos”. https://bit.ly/LaLoiDuPlusRiche

Los milmillonarios habrían ganado 2,700 millones de dólares diarios desde 2020, las empresas energéticas y de la alimentación duplicado sus beneficios en 2022, mientras 820 millones de personas pasan hambre, según el mencionado informe.

En conclusión, gracias a su poder de mercado, empresarios han aprovechado la policrisis (sanitaria, de producción y en las rutas de comercio) para inflar precios y aumentar sus márgenes de beneficio, provocando mayor desigualdad y hambre en todas partes del mundo.

Tres debilidades ciudadanas, a mi juicio, habrían facilitado tal aprovechamiento codicioso:

1-Escasa asociatividad ciudadana.

2-Debilidad de los partidos políticos proclives a una fiscalidad más justa y al bienestar colectivo; y

3-Gobiernos bajo tutela empresarial, indiferentes a la suerte del prójimo chiquito.

Razón tuvo Warren Buffet, uno de las personas más ricas del mundo (110 mil millones de dólares de fortuna), cuando, hace unos años, dijo: «hay una lucha de clases, de acuerdo, pero es mi clase, la clase rica, la que hace la guerra, y la estamos ganando». 

Sincero hasta más no poder.