El titular de Diario Libre del pasado jueves decía textualmente así: “Las grandes empresas privadas locales reafirman su confianza en el país”.

Al leer la crónica, oportuna y exuberante, pude comprobar que efectivamente ellas tienen sobrados motivos para agradecer y estar complacidas de haber prosperado y visto crecer sus fortunas en República Dominicana.

Mí sorpresa, y es el motivo de esta reflexión, fue descubrir en la reseña periodística unas palabras atribuidas al gobernador del Banco Central de la República Dominicana parecidas a otras dichas por Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) en julio de 2012.

¿Qué habría dicho Héctor Valdez Albizu?

Dispongo de un “arsenal de instrumentos de política monetaria, que, como en ocasiones anteriores, no vacilaremos en utilizar para preservar la estabilidad”.

¿Cuál fue la memorable afirmación de Draghi en momentos en los que se temía el hundimiento del euro por la crisis de la deuda soberana que había disparado las primas de riesgo?

“Durante nuestro mandato, el BCE está dispuesto a hacer lo que haga falta para preservar el euro”.

Ese “haré lo que haga falta” del banquero jefe europeo corrigió la tensa situación que se vivía. Cambió el rumbo. Los traviesos dejaron de hacer travesuras y los empresarios pudieron trabajar confiados del respaldo del BCE.

Ojalá, como entonces, la frase draghiana de Valdez Albizu sirva de advertencia y devuelva la certidumbre y la confianza que no proveen las políticas del gobierno PRM.

¡Haga lo que tenga que hacer gobernador del Banco Central! Las empresas medianas y pequeñas y las familias dominicanas están desesperadas con la depreciación del peso y la indetenible alza en los precios de todo, absolutamente todo.

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