Más allá de la alharaca, los bombos y los platillos; más allá de las obras a media asta, las promesas incumplidas y las cifras indescifrables, el verdadero récord del Gobierno y el presidente se ha puesto de manifiesto.

El actual presidente se acaba de coronar como el mandatario que ha ganado dos veces con la mayor tasa de abstención en unas elecciones presidenciales, en la historia democrática dominicana.

Tras la caída de la dictadura de Trujillo, en los últimos 62 años, la abstención en el país se ha comportado de la siguiente manera: 36 % en 1962; 26 % en 1966; 39 % en 1970; 44 % en 1974 (caso excepcional, provocada en aquella ocasión); 27 % en 1978; 30 % en 1982; 31 % en 1986; 41 % en 1990; 16 % en 1994; 22 % en la primera vuelta del 96′, y 24 % en la segunda.

En el 2000, un 25 %; en 2004, 28 %; en 2008, 29 %; en 2012, 30 %; en 2016, 32 %, y, a continuación, los récords del presidente: en el 2020 alcanzó un 45 %. En este 2024, Luis Abinader rompe su propio récord, llegando a la Presidencia con una abstención de un 46 %. Revelan las cifras que esto lo convierte en el más ilegítimo.

Presionado por la oposición, en campaña, el presidente en reelección declaró a todo pulmón que no temía a una votación masiva y llamaba de manera enérgica a la población a votar. O su Gobierno y partido trabajaron por la abstención o la gente no le hizo caso.

Fracasó en su llamado. Quien dice ser el más popular de todos los tiempos, cuenta en realidad con la apatía y la indiferencia de un 46 % de la población (que no votó) y otro 24% que votó en contra.