En el 2013 se inició el programa de inversión en educación más exitoso de la Historia dominicana.

Ese año el gobierno dominicano empezó a invertir en educación por primera vez el 4% del Producto Interno Bruto; se inició el más ambicioso programa de construcciones escolares de gobierno alguno; se instaló en casi todas nuestras escuelas la jornada escolar de ocho horas con una fuerte inversión en nutrición, salud, útiles escolares; se dio inicio a una de las más hermosas obras de solidaridad de nuestra Historia: el programa de alfabetización Quisqueya Aprende Contigo, que alfabetizó a más de medio millón de personas, y a un programa ingente de inversión en superación docente.

Conviene tener en cuenta todo lo anterior porque, desde que se instaló el “cambio” del PRM y Abinader en 2020, lo que viene ejecutándose es un sostenido complot contra la educación dominicana.

Educación fue el primer botín a la mano del cambio. Empezaron los nombramientos graciosos. Los privilegios.

La violación de reglamentos. La creación de programas de gastos inexplicables en vehículos y canonjías. Descalabro del INABIE. Suspensión del programa de construcción de escuelas. 700 escuelas quedaron paralizadas hasta hoy.

Como resultado, 200 mil niños no volvieron a la escuela luego del COVID-19 y hoy siguen fuera de ellas y, para remate, se prepara el golpe final con padres, madres y docentes desprevenidos.

El traspaso del Ministerio de Educación Superior (MESCYT) al MINERD significará, en los hechos, un despojo de al menos treinta mil millones de pesos al presupuesto de la Educación Básica, en violación de la Ley 66-97.

En septiembre de 2022 se intentó un zarpazo de casi 15 mil millones que fracasó, pero esta vez el PRM y Abinader—siempre ávidos de dinero—decidieron que el mordisco contra la educación va.