¿Será un método o es la cantidad?

Es que vamos de un escándalo al otro. La bochornosa Cámara de Cuentas sustituye el escándalo de decenas de niños muertos en tres meses en el San Lorenzo de Los Mina y éste se tragaba el pleito por los bonos repartidos por Semana Santa en Santiago…

El supuesto espionaje de periodistas—viejo cuento—casi se tragaba el de los títulos fraudulentos para robarse Bucanyé en Pedernales.

El narco diputado del PRM preso en EEUU pero cobrando aquí parece tragarse el saqueo descarado, masivo de ríos y áreas protegidas.

El teleférico de SDO más corto que el de Sabana Perdida pero tres veces más caro con secuela de techos azules y reeleccionismo con recursos del Estado resta atención al MINERD y sus nuevos uniformes, cambio y quema de libros,estudiantes repudiando comida mala, alquiler de aulas móviles cuando hay   edificaciones paralizadas hace casi tres años.

Las barcazas instaladas a trancas y barrancas en Los Negros, de Azua, se las traga la presencia de un alto empresario haitiano en Palacio.

La privatización de Pasaportes se traga la de la “revista”, las amenazas a las áreas protegidas, los fideicomisos y las APP de los socios del gobierno.

Y todos los anteriores se tragan el robo con los combustibles que no bajan aunque baje el petróleo y el costo de la vida que cuesta vidas, angustia y violencia y la práctica corrupta de otorgar permisos de importación para enriquecer a allegados aunque quiebre la producción nacional.

Un escándalo sustituye otro. Y el Presidente flotando en medio del estropicio. Casi etéreo. Maquillado. Edulcorado. El gran responsable.