El desarrollo sostenible es un concepto que aparece por primera vez en 1987 con la publicación del Informe Brundtland, que alertaba sobre las consecuencias medioambientales negativas del desarrollo económico y la globalización y trataba de buscar posibles soluciones a los problemas derivados de la industrialización y el crecimiento de la población. 

Los retos a los que se enfrenta el ser humano, como el cambio climático, la escasez de agua, las desigualdades o el hambre, solo se pueden resolver de manera global  a través del desarrollo sostenible, que propone a la vez el progreso social, el equilibrio medioambiental y el crecimiento económico. La ruta para lograr el desarrollo sostenible es la  Agenda 2030 de Naciones Unidas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Esta semana, el profesor Sixto Inchaustegui, recordó al ministro de Medioambiente el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005, firmado por dicho ministro, en el que afirma sobre el turismo: ”Las opciones son claras: “más de lo mismo ni siquiera genera crecimiento económico, se está agotando”,  y por eso hay que “buscar que toda inversión a realizarse para el tan esperado desarrollo de Pedernales no sea “más de lo mismo”, le recuerda el profesor Inchaustegui.

La ONU insiste en la resiliencia y  adaptación al Cambio Climático como parte del desarrollo sostenible. Cinco medidas recomienda: 1 Las alertas tempranas, recordemos las excusas del COE por no informar de manera adecuada ante el paso del huracán Fiona y el descalabro a nivel nacional del sistema de emergencias 911. No son responsabilidad directa del ministerio de ambiente, pero este es parte del COE y ya hemos visto lo ocurrido con los fuegos y el tráfico de especies por la falta de vigilancia.

En la restauración de ecosistemas, lejos de invertir en una estrategia para ser eficaces, se ha gastado en propaganda y, fuera de jornadas de siembra con empresas y ONG, no hemos visto mucho más y ya hemos dicho que sembrar árboles no es restauración.

En las infraestructuras resistentes al clima, digamos que primero hay que dotar de las mismas a todas las áreas protegidas en las que faltan y eso debe incluir a los guarda parques y su equipo básico de sobrevivencia.

En asegurar el suministro de agua, el ministerio se lleva la Palma porque no ha sido capaz de proteger nuestras cuencas hidrográficas, entregándolas a las mineras, como en el Bahoruco Oriental, en vez de desarrollar las minerías artesanales del Ámbar y el Larimar de más alto valor que la caliza. También construyendo presas sin estudios de impacto actualizados y sin el apoyo de las comunidades, en medio de sequías mundiales.

En planificación a largo plazo, lo venimos pidiendo hace dos años: ejecutar los planes de manejo y las estrategias nacionales de biodiversidad y  de incendios. Al parecer es imposible planificar en una gestión que prefiere la improvisación total para beneficiar a sectores privados específicos, como en el caso de la barcaza de Los Negros de Azua. La agenda 2030 ni se menciona y las acciones contra el cambio climático no salen de las oficinas. A estas alturas, me conformo con que se cumpla la Ley de medioambiente, Sr. Ministro.

Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.