De quiebra en quiebra
El sello distintivo de las administraciones del viejo PRD—ahora PRM—fue siempre la quiebra.
Quebrado está el SENASA que, según nos dicen, necesita más de mil millones de pesos más después de haber operado con ganancias por casi veinte años.
Quebrado nos dicen que está el Banco Agrícola luego de haber servido como caja chica para comprar las elecciones del 2024.
Quebrado está el proyecto agrario La Cruz, de Manzanillo, que exportaba 20 mil cajas de guineo semanalmente y daba trabajo y comida a cientos de familias.
Quebrados están decenas de cooperativas, asociaciones y proyectos frutos de las Visitas Sorpresa que daban empleo a centenares de familias, producían para el mercado nacional y exportaban excedentes.
Quebrados están miles de micro, pequeños y medianos productores agropecuarios luego de que el gobierno inundara nuestros mercados con importaciones innecesarias, con las cuales paga favores de campaña por miles y miles de millones de pesos.
Quebrados están miles de pequeños negocios que no han podido afrontar el alza criminal de los precios de los insumos ni las tandas de apagones que reparte el gobierno por nuestros barrios.
Quebrado está, finalmente, el pueblo dominicano que sufre la inflación y ve ensancharse la desigualdad, la miseria y la falta de oportunidades, lo que explica el aumento de los viajes ilegales hacia Puerto Rico y el deterioro de la seguridad ciudadana.
Y, no lo dude, quebrado estará el país si no corrigen pronto el desmadre institucional, ético y moral implantado en la gestión del Estado desde el 2020.
La otra marca que identifica a las gestiones del viejo PRD ahora PRM es la del monopolio y el oligopolio, pero de ella nos ocuparemos en otro Quiero Que Sepas.
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