Los efectos de la pandemia potenciaron el aislamiento y la búsqueda de soluciones individuales a temas que se resuelven de mejor manera trabajando en colectivo.

En medio de la crisis un pequeño núcleo de hombres y mujeres decidimos crear Ojalá.

Una comunidad para comunicar y servir de puente a una ciudadanía cada vez más ávida, que quiere y motiva soluciones solidarias a temas y problemas del país y la región.

Ojalá es una casa familiar con muchas puertas y ventanas abiertas para que circulen aires de humanidad ante las adversidades y los aciertos.

Somos pasión por lo que hacemos, respeto a la diversidad, una «yunta» intergeneracional entre milenials y quienes crecimos con el Almanaque de Bristol.

Ojalá tiene lindos amigos como Rocío Díaz, Carmen Imbert, Aristy Escuder, Yanela, Jesús Geraldo, Winston Marte, Pedro Justo y decenas de colaboradores que aportan noticias e ideas que nos conectan con el país y el mundo.

 Frank y Lindon en el día a día nos apoyan con las noticias.

Ojalá con Ángela es Medioambiente, con Lilliana somos finanzas y con Rosa Rita género y equidad.

Los domingos somos alegría cultural.

Segura Foster tiene el ojo en el campo y Sánchez Cárdenas en la salud.

En Ojalá viven Roberto, Ramón, Mabel y Jesús. 

Ojalá se sostiene con aportes solidarios de personas e instituciones que creen en una sociedad justa y con equidad.

Ojalá tiene sentido de prójimo, porque mira y escucha a quienes la sociedad hace invisibles.

Ser comunidad en esta época es difícil, sentimos que Ojalá es parte de la energía de una comunidad mucho mayor, llena de hombres y mujeres que cada mañana nos levantamos con ganas de construir un país y un mundo más justo, donde la alegría sea el pan de cada día.

Ojalá es tu comunidad.