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El 8 de marzo recordamos las luchas que han librado (y ganado muchas veces) las mujeres y los obstáculos que aún enfrentan para ser libres, plenas y soberanas.

Los contrastes entre mujeres y hombres son evidentes, irritantes y dañinos para el bienestar de toda la sociedad, no únicamente para las mujeres.

A los hombres les prestan más dinero que a las mujeres (142 pesos por cada 100 a mujeres); los hombres pueden ahorrar más (129 pesos por cada 100 de mujeres).*

Sin embargo, la tasa de morosidad promedio en mujeres fue de 1.56 % vs. 2.24 % en hombres. 

¿Qué quiere decir eso? ¿Son las mujeres más serias y prudentes, pero menos ahorradoras? 

El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) publicó el mes pasado, un estudio sobre capacidades financieras de mujeres en la región. 

Recoge datos curiosos y de interés.

En promedio, las mujeres están menos dispuestas a asumir riesgos que los hombres.

¿Se confirma lo revelado por Fondomicro que las mujeres dueñas de mipymes invierten sus ganancias en la educación de sus hijos, en la salud de la familia, en mejoras de la vivienda, mientras que los hombres reinvierten sus ganancias en el negocio?

Sería bueno saberlo.

Resulta oportuno estimular que se incorpore la visión de género en las metodologías estadísticas que aplican las entidades financieras del país y las instituciones públicas y se realice un estudio sobre acceso y comportamiento de mujeres y hombres al financiamiento y productos de ahorro.

Lo anterior permitiría identificar las dificultades a las que se enfrentan las mujeres, determinar como el sistema reproduce las desigualdades de género y diseñar políticas y productos eficaces que respondan a las necesidades financieras de las mujeres.

Lilliana Rodríguez-Álvarez, economista especializada en finanzas, con maestría en políticas públicas y sociales.

* a diciembre de 2021

Sobre este tema, conversé con Carmen Imbert Brugal, en El Matutino Alternativo del 09 de marzo de 2022 (⏱️ 25 mins). Escúchalo aquí: