El gobierno de Donald Trump habría decidido dejar de gastar en la defensa de los estados europeos.

Eso quiere decir que los europeos tendrán que cuidarse por sí solos, bien sea procurando la paz, la seguridad y la colaboración con todos sus vecinos o la guerra, para lo cual tendrán que armarse hasta los dientes.

Parece ser que las élites gobernantes europeos han preferido la guerra y no la paz. La opción más costosa y destructiva.

Recientemente, la alemana Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció la decisión de movilizar 800,000 millones de euros para “Rearmar Europa”, maquillaje contable incluido, para conservar las buenas maneras presupuestarias.

Vale decir que la decisión del gobierno estadounidense de “desintoxicar” su gasto público dentro y fuera de sus fronteras, no quita que gran parte de ese mayor gasto europeo en armas beneficie al Complejo Industrial Militar de EE.UU. .

Aumentar el gasto militar obligará a los gobiernos europeos a subir impuestos, endeudarse o reducir el gasto social o todas a la vez y conducirá a un mayor empobrecimiento de los pueblos de Europa.

Para justificar el aumento del gasto militar, los gobiernos europeos están procurando instalar el miedo a Rusia. Un malicioso disparate, descartado por expertos militares occidentales, pero no sería esta la primera vez que las élites europeas engañen a sus pueblos.

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