Allende los mares, Salvador estaba
construyendo un sueño en la Tierra del Fuego.
Rompieron el día y la noche estrellada;
la sangre del pueblo corrió por el suelo.

Quisieron callarlo con toda la gente,
mejor callado, porque está como ausente.
Creyeron que lo mataron para siempre.
Pero él pisó las calles nuevamente.

Mataron los hombres, mas no las ideas;
impregnadas han quedado en la memoria
de los que luchan contra viento y marea.

Los pueblos siguen escribiendo su historia
Salvador Allende trazó la tarea:
insistir en la lucha hasta la victoria.