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Que buena noticia, te llamaron del banco que te otorgaron un préstamo que puedes pagar en 51 días. ¿Qué vas a hacer con él?

Ese préstamo seguramente, te será muy útil, para comprar los alimentos y bebidas, la gasolina, la medicina de los niños en la farmacia.

Para utilizar ese préstamo, te dieron un plástico, pequeño, de 2×3 pulgadas, que toma valor por toda la información que tiene: las marcas, los números, los nombres.

Por tanto, tienes que ser muy celoso con ese plástico, de no entregárselo a un extraño ni prestárselo a tu amigo, porque el préstamo te lo otorgaron a tí y lo tienes que pagar tú.

Ya pasaron los 51 días, es fecha de pago. ¿Sabes cual es el monto exacto que debes pagar? Tienes la liquidez para pagar ese préstamo? Si no tienes el dinero, cual es el monto a pagar para que no te afecte tu historial de crédito?

Sorpresa. El banco te envió un estado de cuenta donde te dice que puedes optar por financiar ese dinero que te falta para pagar el préstamo que te dió hace 51 días. Esa tasa es de un 48 % a un 60% anual.

Si lo coges, estás tomando un préstamo para pagar otro préstamo. 

Y no digo que está mal. Puede ser que te han aumentado el precio de lo que compras en el supermercado, tienes imprevistos, te despidieron del trabajo y fue la forma más fácil y rápida de resolver.

La clave para protegerte y no pagar de más, es utilizar la tarjeta de crédito para lo que está diseñada.

Es un préstamo a muy corto plazo para poder cubrir tus necesidades y obligaciones y por qué no, algún deseo, por el monto que te sobra de tus ingresos mensuales después de ahorrar y pagar todo lo que te exigen en efectivo.

¿Ya sabes cual es ese monto? Haz el cálculo y cuando veas que llegaste a ese monto, espera la fecha de corte para que no te sobregires. 

Lilliana Rodríguez-Álvarez, economista especializada en finanzas, con maestría en políticas públicas y sociales.