
¡Cuidado! No están escritos sobre piedra
No todo lo que dicen los documentos desclasificados de la CIA es palabra de DIOS. Esos informes los escriben agentes, diplomáticos… Y como en todo, hay agentes y diplomáticos rigurosos y otros no tanto. Voy a poner un caso.
Graham Greene es una gloria de la literatura inglesa, autor de novelas como «El poder y la gloria» y «Un mericano impasible», entre otras.
Grahan Greene era un agente del imperio británico y cuando no tenía cosas importantes de las que informar se inventaba vainas para justificar el puesto que tenía. Esto se ha venido comprobando con el transcurso del tiempo.
Vi lo que publicó «Diario Libre» sobre la supuesta intención de Bosch de colaborar con la CIA para derrocar a Duvalier, y resulta que eso dice el título, después no dice nada en el contenido. Solo el título dice eso.
La intención es algo subjetivo si NO se expresa en hechos y acciones como que se reunió con Fulano, se acordó tal cosa y después echó para atrás, para lo cual deberían referirse hechos, alegatos o argumentos justificativos de ese echarse para atrás.
Pero en esa información no se explica nada. Solo se dice una supuesta intención que se contradice con cuestionamientos de la CIA al propio Bosch y con el hecho cierto del golpe de estado de 1963, no con una opinión o un juicio de valor sino con un hecho concreto: el derrocamiebto de Bosch.
Veo la atribución de unos hechos horrorosos a Octavio de la Maza contra Reid Cabral y su esposa. Ya esto se ha desmentido con documentos históricos escritos por alguien con tanta autoridad como el doctor Vélez Santana.
Después se ha difundido la versión de que las muertes de las Mirabal NO fueron responsabilidad de Trujillo sino de gente que quería crearle problema al dictador, como si para eso el sátrapa necesitara ayuda.
Ese tipo de documentos NO lo debemos descartar de manera apriorística, pero tampoco asumirlos como si estuvieran escritos en piedra.
Son la versión de un estamento –que por cierto tiene muy mala fama en los propios Estados Unidos– que paga por información y tiene muchas y variadas fuentes y, por su origen y los intereses que representa, su contenido debe ser tomado con pinzas.
Sé que hay gente de poco rigor científico que los toma para demostrar una tesis sobre alguien o sobre algo. Forma inescrupulosa de tomar un atajo en la investigación con que se procura la demostración de un hecho o en el propósito de ganar una discusión.
No debemos olvidar en ningún momento que con mucha frecuencia por inadvertencia o bellaquería se pone en entredicho la honra o la dignidad de alguien.