En el último número de la revista científica Bioscience publicado este 28 de julio en su sección de problemas y puntos de vista, un grupo de científicos, encabezado por William J. Ripple, Christopher Wolf, Thomas Newsome, Ignacio Palomo y otros advirtieron sobre el sufrimiento que costaría a la humanidad y al planeta los efectos del cambio climático, por lo que declararon la emergencia climática.

Este artículo fue firmado por más de once mil científicos de más de 150 países. Sobre la base de los datos presentados y la obligación moral como científicos de advertir claramente de las amenazas catastróficas pidieron un cambio transformador y acciones más rápidas.

Desde esa publicación, casi tres mil científicos más han firmado la declaración y 1990 jurisdicciones en 34 países han reconocido la emergencia climática. Pero al mismo tiempo ha habido un aumento sin precedentes de desastres climáticos desde el 2019, como ya reseñamos en Ojalá Medioambiente.

También ha trascendido la filtración del próximo informe del IPCC a presentarse en agosto, como refiere Contexto y Acción destacando que la vida puede sobrevivir al cambio climático, como otras veces lo ha hecho, pero la humanidad no! Al menos quien suscribe, prefiere no dejar a la suerte la resolución de los problemas causados por nuestra especie a expensas de las demás que componen la biodiversidad del planeta.

Uno de los principales impedimentos en la aceptación del cambio climático y sus consecuencias ha sido la propagación de noticias falsas que alimentan el negacionismo y evitan concretizar acciones masivas y la aprobación de políticas públicas que protejan a los más vulnerables qué siempre son los más afectados. Mientras tanto una parte de los científicos aún discuten sobre los modelos usados en 2013 en el último informe del Ipcc y los ajustes que hay que hacer para la des carbonización y cuánto tiempo tenemos.

La realidad ya ha explotado en nuestras caras y ya no valen solamente los acuerdos económicos y cooperación internacional, sino también hay que hacer cambios políticos sobre todo en América Latina. Cuánto ha costado al planeta la ola de golpes suaves otros no tan suaves para instalar gobiernos neoliberales que vuelven una y otra vez a la acumulación originaria de capital y al empobrecimiento de nuestros pueblos para beneficio de millonarios sin entrañas a costa del saqueo de los recursos naturales y la destrucción de la biodiversidad.