Elsa Batista Pimentel y su “Metáfora de lo indecible”
Elsa Batista Pimentel es escritora. Dominicana y ocoeña, por más señas.
Y, aunque hace mucho tiempo que vive en Estados Unidos, su literatura es tan dominicana como ella, sin dejar de ser universal.
Su creación literaria, su vida y su obra siguen dando cuenta de ese entrañable vínculo con la dominicanidad y la “ocoeñidad” que rezuman sus poros y que la emigración—que siempre amenaza con desarraigo—no ha mellado un átomo.
Todo lo contrario. Elsa Batista transpira el entusiasmo y el vigor de una adolescente que descubre y redescubre cada vez sus raíces que ama al compás de una creación literaria siempre dispuesta a proclamar a los cuatro vientos.
“Nunca me voy a la cama sin escribir o leer aunque sea un verso”, dice. “Se me hace imposible”, recalca para dar cuenta de su inquebrantable vocación.
No nos equivocamos si decimos que su vida transcurre entre EEUU y República Dominicana. Entre Nueva Jersey y San José de Ocoa.
Viaja con frecuencia a su tierra. Y siempre que viene “a su gente y a su pueblo”, “a sentir su tierra bajo las plantas”—como la Juanita de Esthercita Forero—viene cargada de ideas y propuestas que transmite con pasión y alegría sin límites.
Una de esas iniciativas se ha materializado recientemente: la fundación del Ateneo Ocoeño, que preside el historiador Darío Tejeda, y del cual es fundadora junto a un interesante grupo de artistas y escritores de San José de Ocoa.
Pero en este más reciente viaje nos ha dejado mucho más que su pasión y su alegría.
Elsa puso en circulación en diciembre pasado su “Metáfora de lo Indecible”.
En un concurrido acto, un público entusiasta disfrutó del acontecimiento en el Salón Padre Luis Quinn, del Ayuntamiento Municipal.
Así escogió Elsa finalizar el 2021. En su pueblo. Su raíz. Su escenario.
Luís Subero, sólido escritor e intelectual, miembro del Ateneo Ocoeño, tuvo a su cargo la presentación de la nueva criatura concebida por Elsa. Poniendo la bala donde pone el ojo, acierta Luis:
“En Metáfora de lo indecible hay una mujer con todo lo que, no sólo su hábitat, sino su cultura y su lengua le proporcionan. Lo «imposible de decir», como lo denomina el filósofo del lenguaje, Wittgenstein, aquí es dicho desde la construcción de una estética, a la vez que, de una ontología, mediante las cuales el sujeto y el otro de su envés aparecen como a punto de fragmentarse, pero también apuntando a resurgir”.
Metáfora de lo indecible es el tercer poemario de Elsa Batista, quien además es fina narradora de cuentos.
Como bien dice Luis, “con Elsa se augura siempre el retorno, una poesía que siempre deja un horizonte abierto”.
Esta edición de “Metáfora de lo Indecible” está en español e inglés. Quizás haciendo alusión a ese “otro y su envés” al que refiere Luís Subero.
Elsa Batista Pimentel está radicada en Nueva Jersey. Tiene una licenciatura en Psicología y especialidad en análisis clínico del comportamiento humano, de Kaplan University.
¡Enhorabuena, Elsa Batista Pimentel!