El macho
Un muchacho enamoró a una muchacha, como lo haría un macho.
Se llevó la muchacha y, como macho, le pegó tres muchachos.
Él era un macho y por eso la golpeaba. Le exigía cosas que exigiría un macho. Y la celaba como lo haría un macho.
Y la perseguía y le prohibía cosas. Y la acosaba y la violaba, para que aprenda a respetar a un macho.
Una noche, faltando un cuarto para las ocho, en un arranque de ira y celopatía, delante de sus hijos, la mató como a un pollo, porque era un macho.
Y para que a nadie le cupiera dudas de su hombría, se disparó en la cabeza, no por arrepentimiento sino porque es lo que haría un auténtico macho.