Productos con crecimiento presentan reducción de áreas de siembra
Anteriormente escribimos sobre el decrecimiento en la producción de 45 cultivos y la reducción de las áreas de siembras durante el año 2021, comparadas las cifras con el 2020. Por igual, se redujo la producción en tres renglones de la pecuaria.
Hoy nos vamos a referir a los hilo productos citados en el artículo del periódico EL DÍA, antes de ayer, que tuvieron incidencia positiva “en el aumento de la alimentación” en períodos no similares seleccionados de los últimos tres años y promediados. Veamos las cifras y nuestro llamado de alerta:
La producción de arroz aumentó en el 2021 en 911,789 quintales, al pasar de 13,509,730 quintales en el 2020 a 14,421,519 en el 2021.
Son hartos conocidos los factores heredados que incidieron en el aumento de la productividad por áreas sembradas.
La producción de batatas pasó de 1,200,957 quintales a 1,283,225, para un aumento de 22,268 quintales. Las cebollas aumentó su producción en 56,159 quintales, pasando de una producción de 1,522,691 quintales en el 2020 a 1,578,850 en el 2021. Estos crecimientos no son significativos.
Alertamos al país que a pesar del crecimiento en 16 productos agrícolas, se produjo el decrecimiento en 45, y lo más grave fue que estos productos con crecimientos presentaban una reducción en las áreas sembradas del año 2021 con relación al 2020 y que esto obedeció fundamentalmente por los desaciertos de las autoridades al dar señales desde el inicio del gobierno, de privilegiar las importaciones en desmedro de la producción nacional.
Debemos recordar la odisea de los productores de cebollas del país. Veamos qué pasó con las áreas sembradas de los cuatros cultivos que ya señalamos el aumento de su producción: el arroz redujo su área de siembras en 74,196 tareas. La cebolla tuvo una reducción de 2,990 tareas. En el caso de la batatas fue de 4,221 tareas. La yuca, cuya producción había decrecido, se redujo el área de siembra en 39,677.
No lo digo yo, son las informaciones oficiales del Ministerio de Agricultura y aún a sabiendas de lo que estaba sucediendo en la agropecuaria por los atrasos de pagos y de cumplimiento de promesas, se pasaron el año entero repitiendo: “EL CAMPO ESTA SEMBRADO”.
Todo lo que escribo es para favorecer la producción nacional. Un país nunca debe hacer depender la alimentación de sus ciudadanos de importaciones. Por eso los gobiernos deben privilegiar la autosuficiencia, autonomía y seguridad alimentaria.
Los productos a importar deben ser los menos y únicamente los necesarios por no contar con ofertas suficientes y los que se establecen por acuerdos comerciales. Hasta el mes de abril del presente año siguió decreciendo la producción y las áreas de siembras de cultivos agrícolas.
No se han publicado las informaciones de los meses de mayo ni junio. Hoy estamos a 15 de julio. Nunca he hecho ni haré análisis sin contar con las pruebas. De Bosch aprendí que se dice que la burra es baya cuando se tienen los pelos en las manos.
Pero mi abuela decía: «los éxitos se exhiben rápidamente y con entusiasmo, no así los fracasos. La ley establece que la sociedad a esta fecha debe conocer todo lo relativo a producción e importación de alimentos».
Repito siempre lo mismo: el país debe ser resguardado. No debemos perder los logros alcanzados. El crecimiento, desarrollo y bienestar, conviene a todos: gobernantes y gobernados.
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