Antes del 2012 eran muy pocas las empacadoras en República Dominicana. Los alimentos se trasladaban a los mercados a cielo abierto, a granel, en sacos y en cajas, lo que les producía daños a los productos.

De 2012 a 2020 fueron decenas las empacadoras puestas en manos de cooperativas, asociaciones, personas jurídicas y físicas.

La idea era mejorar los ingresos a los productores convirtiéndolos en comercializadores y exportadores.

Quienes les compraban a los productores, obtenían más beneficios que ellos, con menos esfuerzo y riesgo, distribuyendo los productos en mercados, restaurantes, hoteles y centros turísticos.

Podemos citar un caso emblemático cuyo proyecto se preparó para producir productos inocuos, con calidad y buena presentación, con la idea de suplir por cadenas de supermercado, centros turísticos y cruceros de compañías que visto el avance de nuestra producción, y dada nuestra envidiable ubicación geográfica, habían decidido convertir nuestro país en centro de abastecimiento y reabastecimiento para la alimentación de los pasajeros de mar.

Se trata de Fresh Pack, una empresa financiada por el Banco Agrícola que entre sus logros está el haberse convertido en la primera empresa exportadora de zanahorias y remolachas a las islas adyacentes del Caribe en el año 2019.

La venta local ascendió a ciento nueve mil quintales en el año 2019 vendidos por esa empresa. En el Gobierno de Danilo Medina se exportaron por primera vez zanahorias y remolachas en el 2019, gracias a la certera política de apoyo a la agropecuaria.