Como si la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus no fuera suficiente, miles de productores del país podrían pasar una Navidad en penurias por las dificultades que enfrentan tras el Gobierno despojarles de tractores y camiones.

Desde el 16 agosto, el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Leonardo Faña, emprendió una cacería contra unas 60 cooperativas y asociaciones campesinas beneficiadas con algún equipo de trabajo donado por la anterior administración, resultado de las Visita Sorpresa.

A pesar de presentar documentos que validan la propiedad, en una franca acción ilegal e inhumana, a más de dos meses, el IAD aún no devuelve las maquinarias que se encuentran a la intemperie, sin ninguna protección, en el parqueo de la institución, mientras miles de campesinos languidecen a la espera con la producción paralizada.

En una llamada reciente, uno de los productores pidió una cita con Faña para tratar el tema. La secretaria le indicó que podría agendar el encuentro para el 22 DE DICIEMBRE. Es decir, esperar un mes más para un posible encuentro que no garantiza la devolución.

¿Cómo es esto posible? Las productoras de coco de Samaná no pueden transportar el producto porque con un camión alquilado dejaría pérdidas.

Lo mismo ocurre en La Coyera, Río San Juan, donde el cacao se está pudriendo en los sacos mientras desde el Banco Agrícola les llaman para cobrar los préstamos adquiridos para una producción que finalmente se echó a perder.

¿Cómo entender que por un lado el Gobierno se empeñe en anunciar apoyo al sector agropecuario y por el otro abuse de forma inmisericorde contra personas que viven de este noble oficio que aporta tanto a la República Dominicana?

Los campesinos protestan en su impotencia y el Gobierno sigue indiferente.