Mientras este Ministro de Agricultura se pasea orondo por todos los caminos del país, y en cada puesto de venta de carne de cerdo o su apreciado chicharrón se detiene para degustar su sabrosura, con lo que deja implícito que para nada le preocupa la eliminación de por lo menos la tercera parte de la población porcina.

Para él lo importante es que la carne de cerdos, aún contagiados, se puede comer, porque la enfermedad no se transfiere a los humanos.

En las entregas de cheques de compensación a los dueños de los cerdos sacrificados, se advierte un ambiente de satisfacción por cumplir con el pago. Para nada se advierte la preocupación por el futuro incierto de los pequeños y medianos productores.

¿Por qué su satisfacción? ¿El plan es eliminar a los pequeños y medianos productores? ¿Estamos seguros que al país le conviene salvar al 70 % de los cerdos en manos de los grandes productores o deseamos que volvamos a hacer depender a nuestro país de las importaciones?

¿No le preocupa al Ministro citado que el gobierno en un momento de crisis ha tenido que erogar recursos no presupuestados para enfrentar el problema que nos afecta?

A más de un año de haber desvinculado, dejado cesantes o haber cancelado a cientos de empleados, el Ministerio de Agricultura aún no les paga los emolumentos establecidos por Ley. ¿A su titular no le preocupa las carencias que sufren los que fueron arrojados a las calles sin muchas posibilidades de acceder a nuevos empleos?

He repetido hasta la saciedad el riesgo que significa para la producción nacional las desmedidas importaciones de alimentos, sin controles sanitarios a cabalidad, por eso, con análisis de cifras, ofreceremos un análisis para el próximo lunes. Y lo haremos porque advertimos, lamentablemente, lo que sospechábamos al inicio de la actual gestión: “ESTE ES UN GOBIERNO DE RICOS, PARA SERVIR SOLO A LOS RICOS“.

Hasta el lunes.