Sputnik V produce anticuerpos específicos en el 94 % con una sola dosis
Un vial de la vacuna rusa Sputnik V Akhtar Soomro / Reuters
Emmanuel Gentile
Una sola dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus genera anticuerpos específicos en el 94 % de los vacunados a los 21 días de haber recibido la primera dosis, y en el 100 % luego de las dos aplicaciones, reveló un reciente estudio científico realizado en Argentina.
Asimismo, al diferenciar por rango de edad resultó que el 96 % de las personas menores de 60 años generan anticuerpos a las tres semanas de la primera aplicación, mientras que en los mayores, esa tasa es del 89 %.
El trabajo de investigación se denominó ‘Empleo de la vacuna Sputnik V en Argentina: Evaluación de respuesta humoral frente a la vacunación’, y de él participaron en forma conjunta el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, el Instituto Leloir, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional de La Plata, con la participación de los hospitales públicos bonaerenses.
Para este estudio, se analizó el comportamiento de 288 trabajadores de la salud, primer grupo en recibir el antídoto en Argentina, luego de ser inoculados contra el virus SARS-CoV-2, entre los meses de enero y marzo de este año.
Los resultados muestran que «la vacuna Sputnik V induce una respuesta humoral —es decir, la respuesta inmunológica específica de generación de anticuerpos contra la proteína Spike que recubre el virus de SARS-CoV-2— en el 100 % de los individuos analizados 21 días después de la segunda dosis», asegura el informe en sus primeras conclusiones.
«Por otro lado, un análisis global indica que el 94 % de los individuos mostraron presencia de anticuerpos específicos tras recibir una sola dosis de la vacuna», detalla el documento.
La respuesta en las personas que ya pasaron la enfermedad
Otro examen interesante que se hizo en este estudio, y del que no había hasta ahora evidencia a nivel mundial, es qué pasa con las personas que ya estuvieron infectadas con el virus cuando son vacunadas con el fármaco ruso.
«Allí se vio que con una sola dosis la respuesta ya es altísima», indicó a RT Marina Pifano, asesora en biotecnología del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, quien formó parte de la investigación.
Incluso, señaló, no se detectaron diferencias significativas entre los resultados de la primera y la segunda dosis en ese grupo. Esto significa que no habría necesidad de aplicar el refuerzo en personas previamente contagiadas, un dato que puede ser fundamental para la administración de las vacunas en momentos de escasez mundial, y dada la urgencia de Argentina de poder llegar a inocular a una porción mayor de su población, hoy por encima del 11 %.
La respuesta inmune contra el SARS-CoV-2 en el grupo con previa infección mostró una media geométrica de título de anticuerpos de 9.850. El otro grupo, sin previa infección, mostró un valor medio de 244.
Tras la segunda dosis, la cantidad de inmunoglobulinas en el grupo sin previa infección saltó de 244 a 2.150.
«La infección genera una inmunidad memoria que hace que rápidamente, con una sola dosis, se active el sistema y genere una gran cantidad de anticuerpos», explicó la bióloga y doctora en ciencia y tecnología a este medio.
En cuanto a los resultados que reflejó el estudio sobre la Sputnik V, dice Pifano: «El porcentaje es muy bueno, como ya lo demostraba la información de la fase 3 de la vacuna. Pero la idea es también tener evidencia local, es decir, qué pasa con nuestra población, porque la situación epidemiológica y las variantes del virus que hay en cada país son diferentes».
En efecto, este estudio no contempla la evaluación de variantes detectadas recientemente en Argentina, como la brasileña o la del Reino Unido. Aunque ese será «el próximo paso», aseguró la entrevistada.
El objetivo de esta plataforma de investigación conjunta es evaluar todas las vacunas que se apliquen en Argentina. Se empezó con la Sputnik V porque es la que el país recibió primero y comenzó a distribuir entre fines de diciembre y enero. Las vacunas de AstraZeneca (Reino Unido) y Sinopharm (China), que también se están aplicando en la nación del Cono Sur, están siendo evaluadas en este momento.
«La idea es generar evidencia para la toma de decisiones, tanto en la distribución de las vacunas como en la donación de plasma de pacientes recuperados», dijo Pifano en referencia al método de tratamiento que Argentina está utilizando, con buenos resultados para quienes cursan la enfermedad.
Justamente, este martes el Gobierno de la provincia de Buenos Aires llamó a la ciudadanía a donar plasma convaleciente, ya que la demanda está creciendo. Hay un promedio semanal de 137 pacientes que requieren este tratamiento frente a la media de 53 donantes de plasma en el mismo período. «Queremos aumentar mucho más este recurso, que, como se ha demostrado en estudios científicos, salva vidas», alertó el titular de la cartera sanitaria, Daniel Gollán, según reportó la agencia Télam.
Los contagios en los ya vacunados
La especialista Marina Pifano se refirió también al resonante contagio del presidente argentino, Alberto Fernández, que se había vacunado con las dos dosis de la vacuna Sputnik V y poco después dio positivo de covid-19.
«Las vacunas no cortan la transmisión, pero como ya generó una inmunidad el cuerpo reacciona rápidamente y no se llega a un cuadro grave»
«Todas las vacunas que están en circulación en el mundo para el coronavirus son eficaces para evitar cuadros graves y muertes, no para la transmisión. Ya está probado que las vacunas no cortan la transmisión del virus, por lo tanto uno puede desarrollar la enfermedad de manera leve, pero como ya generó una inmunidad el cuerpo reacciona rápidamente y no se llega a un cuadro grave», afirmó la entrevistada.
Por eso, remarcó la importancia de seguir cuidándose y cuidando a otros aún estando vacunado, ya que esa persona no solo puede contagiarse, sino que además puede contagiar a otros.
Por último, Pifano pidió reconocer el trabajo de los hospitales de la provincia de Buenos Aires, que además de todas las labores que tienen en medio de la pandemia se sumaron a hacer este estudio como una tarea más: «Aunque estén colapsados, siguen contribuyendo a la generación de conocimiento».