Caso Senasa destapa un nuevo escándalo en el sector salud
Una red de corrupción y contratos irregulares ha puesto al Seguro Nacional de Salud (Senasa) en una crisis financiera sin precedentes, con un déficit creciente y servicios cada vez más deficientes para millones de afiliados.
Investigaciones oficiales y reportajes periodísticos coinciden en que durante al menos cuatro años se desarrolló un esquema fraudulento que drenó recursos y debilitó la gobernanza de la principal aseguradora pública.
El programa de Julissa Céspedes documentó que más de 4,000 procedimientos médicos fueron autorizados aunque nunca llegaron a realizarse, valiéndose de identidades reales de afiliados.
Para dar apariencia de legalidad se utilizaba un “call center paralelo”, operado por exempleados desde fuera de la institución, que gestionaba las autorizaciones.
El esquema, que habría movilizado más de 41 millones de pesos en transferencias ilícitas, involucraba además a empresas ligadas a funcionarios.
Entre los señalados figuran Gustavo Güílamo (jefe de gabinete), Germán Robles (consultor jurídico), Rafael Dujarric (planificación) y Gustavo Mesina (finanzas), siendo Robles identificado por testigos protegidos como la cabeza del entramado.