En el siglo XVII, en un tribunal inquisitorio, salía aliviado de la muerte el astrónomo Galileo Galilei. Tuvo que negar sus “ideas locas y herejes” de que la Tierra giraba alrededor del sol y no al revés.

Ante el personal acusatorio, desistió de su planteamiento. Pero se dice que al salir, ya librado de la muerte, susurró: Eppur si muove, que traducido al español de hoy sería: “¡Y sin embargo se mueve!” Es decir, mientras estamos discutiendo boberías aquí, el planeta está girando alrededor del sol.

Si bien algunos historiadores no dan crédito a que Galileo la haya dicho, la máxima hoy es usada para señalar la verdad oculta frente al parloteo de sofistas.

En República Dominicana abundan mentiras y medias verdades, frases hilarantemente célebres como “Ya no hay incendios”, con el rancho ardiendo. Y sin embargo.

No se quedan los récords de producción. ¡Se produce como nunca! Cebolla, por ejemplo: se siembra, se abona, se cosecha y se pudre en almacenes. Se produce, mas no se vende, porque el Gobierno también rompe récord en importación. Los cebolleros, quebrados.

El Gobierno protege a las mujeres, a las madres solteras. ¡Eslogan pegajoso! Mientras disminuye la calidad educativa y de la alimentación escolar, así como los préstamos y acompañamiento a emprendedoras.

El Gobierno cree en la alfabetización, mientras descontinúa los planes de alfabetización, los engaveta y cierra con llave. La última vez que se habló del tema en el país fue hace tres años.

Faltarían páginas para enumerarlo todo.

Mientras se habla en medios de la abundancia y el regocijo del pueblo, la gente abre la nevera y dice: Y sin embargo…