Y nos estamos encontrando
Ha pasado el jolgorio y en la plaza del pueblo quedaron los escombros del desenfreno y la locura: los panfletos, el plástico inmortal y contaminante, el grafiti que vandaliza y mancha, y los borrachos de oficio y vocación.
En el parque, sin embargo, quedaron los árboles con sus hojas. Quedaron los bancos soldados al suelo, quedaron los adoquines y quedó el busto del centro. Eso es lo que nos hace saber que aún es un parque.
Aquí quedan los árboles y los bancos y los bustos, como quedan las ideas. Porque están bien soldadas, porque están bien sembradas.
En la labor de recoger la basura, se va uno encontrando con el voluntariado que se ofrece a hacerlo y, en esa titánica labor, vamos conversando y descubriendo que coincidimos en pensamiento.
Hablamos de las mejoras del parque, de cómo hacerlo más hermoso, más vistoso, y de trabajar para que la gente que asiste sea más consciente y solidaria.
Algún transeúnte nos escucha y nos llama soñadores. Y quizás tenga razón. Pero como dijo John Lennon en Imagine: “You may say i’m a dreamer. But i’m not the only one”. Tú dirás que soy un soñador, pero yo no soy el único.
Soñadores o no, la verdad es que, conversando, vamos descubriendo que somos muchos. ¡Y nos estamos encontrando!
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