Una batalla, no la guerra

14-01-2023
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Después de un final exprés del período legislativo del año, aprobando la ley de Ordenamiento Territorial, sin una sola vista pública, que dormía el sueño eterno en las cámaras,  la aprobación del fideicomiso propedernales sin terrenos protegidos, es una victoria para los ambientalistas, pero una agridulce.

Sobre todo después de un año de palos acechados al maltrecho Sistema Nacional de Áreas Protegidas que, desde julio pasado, la misma Coalición para su Defensa declaró en una carta en estado “deplorable” y que justo antes de terminar el 2022 envió otra al Ministerio insistiendo el llamado porque no se ha resuelto la precariedad del SINAP.

Es solo una batalla de tantas, como las de las Barcazas ilegales en el Ozama y Puerto Viejo; las denunciadas talas ilegales en la Sierra para las que todavía esperamos el código QR para el control de los camiones; aún esperamos por el sometimiento de los responsables de los fuegos catastróficos en Sierra de Bahoruco a comienzo del pasado año,  también esperamos el sometimiento de los responsables de la extracción de arena en las dunas y en los ríos de nuestro país, también para los dueños de cultivos de yautía y aguacates en áreas protegidas.

Prevención y vigilancia pedíamos en enero del año pasado para el SINAP y otro enero después estamos peor y con un megaproyecto aprobado, puerto de cruceros incluido, que amenaza el Parque Nacional con una biodiversidad única que incluye, entre otros tesoros, el lagarto endémico y más pequeño del mundo y nuestros Corales mejor conservados .

¡Fueron tantas las batallas, que tuvimos que priorizar y escoger, como buenos guerreros! Pero tenemos memoria y seguimos vigilantes.

¡Próspera resistencia en este nuevo año! Porque la guerra por nuestros recursos naturales continúa.

Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.