Ser agradecidos
La pandemia y sus múltiples efectos nos ha puesto a prueba y también nos ha revelado el valor que tiene mucha gente que realiza oficios cotidianos que casi nunca valoramos en su justa dimensión.
Viene bien reconocer y agradecer el trabajo y la entrega de estos seres humanos.
Pensemos en los trabajadores de los ayuntamientos que limpian aceras y recogen nuestra basura.
Gracias a quienes han mantenido sus pequeños negocios recibimos comidas y otros servicios tan necesarios.
Por los chóferes de guaguas, carros, taxis y motoconcho millones de ciudadanos se podemos trasladar cada día.
Médicos, enfermeras, personal de limpieza en hospitales y clínicas han expuesto sus vidas para mantener los servicios de salud.
Los colmaderos y los deliverys han hecho nuestras vidas más llevaderas.
Pensemos en los miles de vendedores ambulantes que con sus jocosos pregones nos llevan casi todo a la puerta de los hogares.
Miremos con gratitud a las mujeres que ayudan en el servicio doméstico, nuestras casas nunca serían las mismas sin ellas.
Gracias al trabajo de los hombres y mujeres del campo hemos tenido alimentos.
Es justo sacar un ratito para pensar y agradecer a estos seres humanos por su labor, reconocerles su entrega, abrazarles y decirles sencillamente ¡gracias por su entrega!
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